Qué fea esa ciudad cinza, prefiero el verde de mi campo. Prodrìas plantar un árbole, para enverdecer esa ciudad. Qué triste estar enbotellado y no tener liberdad para caminar y tiempo para nada y nadie. ¡Venga para el campo, ponga tuyas katiuscas!
Qué fea esa ciudad cinza, prefiero el verde de mi campo. Prodrìas plantar un árbole, para enverdecer esa ciudad. Qué triste estar enbotellado y no tener liberdad para caminar y tiempo para nada y nadie. ¡Venga para el campo, ponga tuyas katiuscas!
ResponderExcluir